Tuesday, October 24, 2006

Doce pétalos escondidos en la memoria


El primero estaba a la entrada,
apenas al abrir la puerta,
me di cuenta que era una señal,
como marcando su pertenencia.
Dos más camino a la cocina,
¡qué bien me conoce!,
a los hombres nos conquistan con el estómago.
Tres más en el baño, junto a los perfumes,
para mezclar su fragancia junto a la mía.
Los últimos seis me costó encontrarlos,
pero los ví al momento de acostarme,
desprolijamente desparramados dentro de la cama,
tres bajo la almohada,
para aspirar su escencia y alimentar mis sueños,
tres a lo largo del colchón,
como indicando el sendero,
tantas veces recorrido en busca de placer y fluídos,
doce pétalos, sólo doce,
y ninguna flor,
para qué más.......

9 comments:

Anonymous said...

Detrás de cada pétalo perdido siempre hay una flor que está sangrando...

Anonymous said...

Cuando se caen los pétalos, quedan las espinas, cuando se secan las espinas, queda la esperanza de lo que no fue, y las cicatrices de lo que sí fue

Anonymous said...

Para mí una flor tiene más de doce pétalos...
Nunca los cuento..
Pero sé que son más...
¿Qué pasa si mi flor tiene más de veinte pétalos?
¿Dónde los escondo?
¿Dónde los albergo?
Quizás los guarde cerca de mi alma...
Es el mejor lugar
Y el más tibio.

Anonymous said...

No hay lugar más tibio, ni más cálido, ni más sabroso, que aquél de dónde se abre la flor

Anonymous said...

Y sigo mi camino
Es hora de dormir
Son las doce de la noche
Tengo que partir...
¿Hacia donde voy?
No lo sé.
¿Tengo que volver?
No, pués
Me quedaré aquí

Anonymous said...

El perfume de las flores
No saldrá dentro de mí
Recuerda...lo llevo en mi alma
Tú no lo puedes sentir, oler. vivir.

Anonymous said...

Bello poema

Anonymous said...

Muchas veces nos deja mas recuerdo una espina que una docena de rosas

Anonymous said...

Bien!!!