Se fué,...estaba anunciado, pero igual duele...cobarde no quise enfrentarla en su realidad de apenas treinta y cinco kilos en un metro setenta con cuarenta y cinco años. Dejó su Flor, su vida, aquella que mutó mujer por madre, cuando solo tenía cuarenta días...Quizo festejar los quince, y lo logró, contra todos los pronósticos y en contra de la biología y la medicina. Medicina inútil si no puede salvar a los buenos, a los que lo merecen, o ese debería ser Dios? Por qué? Sufrir tanto era menester? No puedo creer en Tí, cada vez menos...Te juro que si no es cierto que existe un mas allá soy capaz de volver para desenmascararte! Perdón Silvia por no estar contigo estos últimos años, si hay algo en otro lado, te presiento vigilando los pasos de tu mujer- niña,...ya basta...llegó el tiempo del descanso...
Hasta pronto...