¿Cuántos más deberán seguir muriendo de hambre?¿Cuántos más deberán seguir muriendo de y por el odio? ¿Hasta cuándo y por qué? ¿Qué dioses y humanos son capaces de guiarnos en este camino? Cada vez que reviso mis preguntas siento más cerca el final. Un telón enorme que caerá sobre todos nosotros en forma horizontal para apagar nuestra última función. Una función de la que todos participamos aunque muchos pecáramos de ausencia. El mundo es uno sólo, cada paso que damos o no damos se refleja en el otro. Es una verdad de perogrullo aunque cerremos nuestros ojos y nuestros oídos. Puede que no escuchemos los gritos en nuestros sueños, puede que no veamos la miseria a nuestro paso, puede que nos creamos completamente ajenos a todo lo malo (malo o bueno ¿quién es dueño de la calificación?) y que nuestro paso circula por la bonanza y la beatitud en este 'nuestro' (nuestro compartido, no individual) mundo. Yo siento los quejidos en mi cabeza del hambre de cada pequeño y les aseguro que no hay dolor que se le iguale. ¿Es que nada hemos aprendido de aquellos que entregaron todo en PAZ por una vida comunitaria mejor? Artaud golpea mis sentidos y su locura se apodera de mi cuerpo, empiezo a percibir en mi demencia que las paredes no escuchan pero hablan, me siento desbordado por el egoísmo de los poseídos ante el clamor de los ausentes. Pedimos pan y nos dan hueso, tenemos riqueza y matamos por un peso, ¿hasta cuando? ¿por cuánto?, ¿cuál es el límite?: EL INFINITO, porque no hay límite, porque podemos llegar a ser infinitamente más miserables todavía...COMO DEBE SER (¿DEBE?)...
Soy un animal de teatro, vivo por y para el teatro. Mi espacio escénico es el mundo, mi techo es el infinito y mi piso es el infierno.
Thursday, August 23, 2007
Monday, August 20, 2007
ANTONIN ARTAUD FOR EVER
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