¿Es el teatro una vía de canalización de la locura? ¿Cuál es el límite que pone freno a nuestras ideas y nuestros pensamientos para que terminen en una obra teatral y no en un manicomio? La racionalidad? No creo en lo racional como fuente de inspiración. ¿Quién está mas cerca de la percepción de un hecho teatral? Alguien que está continuamente atado a normas , reglas, leyes, conceptos y estructuras rígidas o alguien que está continuamente atado a un chaleco de fuerza? ¿Cuántos de los que caminamos libremente deberíamos estar enchalecados y cuantos enchalecados deberían poder caminar libremente? No estoy tan loco como para creerme todo esto pero tampoco tan cuerdo como para creer que lo blanco es solo blanco y lo negro negro. No me vengan con los grises, en esos no creo ni confío. Prefiero los violetas, los rojos, los azules y los verdes, prefiero las provocaciones a los provocadores, los desencuentros a los desencontrados, los espejados a los espejismos, los inadaptados a los dominados, los desnudos a los abrigados, los transformistas a los transformados, las pechugonas a los despechados, los despedidos a los entregados y los descreídos a los enrolados. Prefiero seguir así, caminando por el borde que pasear en limusina lobotomizado. |
Soy un animal de teatro, vivo por y para el teatro. Mi espacio escénico es el mundo, mi techo es el infinito y mi piso es el infierno.
Mensaje en una botella
ReplyDeleteAcabo de descubrir tu blog sobre teatro de casualidad. El hecho es yo soy un autor de teatro de la periferia europea (soy y escribo en catalán) que busca estrenar mis obras en argentina.
No puedo hacer más que dejarle el enlace a mi blog. Está en catalan. Una lengua perseguida y marginada hasta hace poco (y todavia tambien).
A lo mejor podria leer mis obras (que seguro que le gustan) para decirme que pueden tener un estreno argentino (el país del teatro).
Gracias.
Jaqme