Frecuentemente escarbo en las perdidas emociones de lo ajeno
Aquellas vanidades olvidadas por interminables noches de sopor e insomnio
Silbando con aire vespertino alguna sucia balada maloliente
Escucho serruchar en mi memoria con ahínco franciscano repelente
Aquellas cosas, excrementos de mi historia reciente perdurable,
Miserables miserias trasnochadas de ginebra y vino blanco,
Dos en uno, como mezcla escarlata de tintura excecrante, lamentable y húmeda.
No comments:
Post a Comment