El arribo de la
noche abre las puertas del descanso y despierta los sueños para que
empiecen su juego. Serán estos capaces de elaborar una bella
historia, o terminarán como siempre vagando entre las sombras de mi
ausencia?.
Quisiera sentirme
inmortal para viajar a través de los siglos de la hiedra y poder
traspasar los límites del tiempo venido y por venir.
Flotar
atemporalmente por las galaxias hasta llegar al punto inicial y
empezar de cero, allí donde nació el Todo.
Antes que las gentes
emergieran y después que el ocaso las durmiera, y en ese ir y venir
ser uno y otros, desde aquél que todo lo sabe hasta el que por
cierto sólo tiene su ceguera.
En ese infinito
camino, esquivar el de la salvación y el de la victoria, pues no
creo ser merecedor de ninguno de esos trofeos, ya que he de callar,
sino por loco por sabio eterno.
Pero si no es
deseado por mi ese ascenso, que retorne a mi vacuo lecho, y entonces
duerma vacío sin siquiera comenzar el vuelo.
Será posible que no
comprendo si es el temor de lo desconocido lo que me hace retroceder
apenas intento?
O es el temor de
volverme a encontrar con Ella, quien promete ser mi guardiana y
protectora en este tenebroso viaje
hacia el eterno sentir de un ser perpetuo.
No se si quiero
saber las respuestas que me llevan a recorrer el perenne sendero
hacia el fuego/hielo, quizás hoy no, tal vez mañana, en
otra noche, bajo otro cielo.
No comments:
Post a Comment