Un Alma sin burletes
El viento helado se filtra por entre las persianas, y se desparrama pesadamente por la habitación. Empiezo a temblar, el fuego apagado deja ver las últimas chispas extinguirse. Me contorneo debajo de las frazadas, barreras inútiles para tanto frío, es como dormir desnudo sobre sábanas de hielo molido. Los músculos se entumecen, la piel tirante a punto de desgarrarse, me cubro ,y me descubro tiritando sin parar, sin abrigo suficiente,...
a quién se le ocurre tener un alma sin burletes...
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