Empezó como empiezan todas las cosas, por el principio.
Llegué al lugar indicado, toqué timbre y al aparecer la persona no supe que decirle,
Quién es este tipo me pregunté? De dónde obtuve esta dirección?
El pareció conocerme enseguida porque me abrazó y me invitó a pasar.
Yo dudé, desde chico me dicen: no entres a la casa de un desconocido y me fuí.
Me guió el instinto, la suerte, o algún angel guardián mientra divagaba en mil y una cosas y perdía esa única cosa que me había llevado allí.
Al llegar a casa luego de horas de deambular por calles conocidas y desconocidas al mismo tiempo, me tiré sobre el sofá, extenuado, y me dormí hasta el día siguiente.
Al despertar fijé mi vista en la foto de la mesa, tenía un epígrafe bien claro que decía: "Para Sergio con cariño de papá" y estaba yo abrazado con el señor extraño que me había atendido.
Cerré los ojos y volví a dormirme. La pesadilla recién estaba por comenzar.
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